10 noviembre, 2013 | Feiko Domingo 3 noviembre, las 6:15 de la mañana aunque todavía esta oscuro y viendo las estrellas, se adivina un día soleado, genial para las carreras que nos esperan y genial después de tanta lluvia. Las chicas 16km y los chicos la maratón 42km. Desayunamos en la habitación prontito para poder digerir porque uno nunca sabe como le va a sentar la comida antes, durante e incluso después de la prueba. Ya en la calle, caminamos los 4 de verde hacia el palacio de cristal donde se encuentra la salida y mientras tanto vamos buscando un barecito donde tomar la dosis necesaria de cafeína para salir disparados , pero no hay suerte, y el tiempo se ajusta cada vez mas así que “ no coffee” …. Ultima paradita en el baño, nosotros y unos cuantos mas corredores. Nos arreglamos las galas, relojes, endomondos, gps, cascos, pelos recogidos, cremas, reflex y como no, las dos gamberras, nuestra banderita de España que compramos a ultima hora en el aeropuerto. Casi listos, nos toca correr para dejar la mochila en el camión ropero que casi no encontramos y que nos sirve para calentar motores . Los chicos encuentran el tan deseado café que era gratuito para los corredores (estupenda idea) y nos colocamos en nuestros cajones correspondientes y a esperar …. Saltitos, estiramientos, risitas, suerte para todos y salimos …. El recorrido de las dos carreras hasta el km 13 es el mismo del maraton así que nos vemos las caras varias veces. Primer fallo, no llevo botellita de agua, ahora tengo que esperar hasta el km 5 en fin….. Y además, pero donde vamos? yo creo que hemos salido demasiado fuerte, se nota que llevo sin entrenar varias semanas y no he hecho carreras largas porque me canso, pero ademas en el km 6 empieza el dolor de espalda baja imagino que tiene que ver con las plantillas nuevas, así que Tere se escapa aunque con la gorra verde es inconfundible y se queda a 150 metros aproximadamente. Segundo fallo, no buscarme un compañero de carrera, que va tirando de ti y lleva un ritmo, ya que no llevo GPS pero no voy muy concentrada. Así km a km, en algunos tramos me recuerda a Santa Pola o Torrevieja, con las rotondas, las calles interminables y el paseo de la playa donde por lo visto había gente surfeando (yo iría charlando conmigo misma, preguntandome cuando termina esto porque se ha convertido en la película “never ending story “) y empiezas a ver la decena en los carteles y finalmente los arcos y la meta con ese RELOJ que nos recuerda si hemos alcanzado nuestros objetivos y esa alegría de haberlo conseguido. Bravo !! Recogemos las mochilas del camión, estiramos junto a un grupo de pilates con instructor y música … Jajaja Buscamos el baño, nos cambiamos de camiseta y buscamos un sitio para esperar a los chicos y mientras tanto entra el primero de la maratón 2:13 Nos sentamos en un bordillo, que buen sitio al solecito y es entonces …….. cuando después de ver a un par de corredores de la maratón que te das cuenta que ellos han corrido no el doble sino casi el triple de lo que tu has corrido y cuando les ves entrando en la ultima recta, algunos como si acabarán de empezar pero la mayoría desencajados, ayudados por sus compañeros, otros lesionados pero hasta el final luchando, que te emocionas, que se te pone el vello de punta. Y es que solo alguien que corre sabe lo que debe ser correr 42km, lo que se les pasa por la cabeza, los dolores, las dudas, las nauseas …. y la satisfacción de llegar pero eso es otra historia donde yo no soy protagonista …. Solo puedo decir, aunque no sea muy flamenca, que OLÉ, OLÉ, OLÉ por los maratonianos y con permiso del resto una gran ovación con todo mi cariño y admiración para los maratonianos del club! Gema S.