La Subida de la Font Freda se está convirtiendo en una de esas carreras que a pesar, de que la gente sabe que es muy dura con 7.2 km de ascensión muy fuerte, se inscriben solamente para luego decir que han estado en esa cima o han podido subir esas tremendas cuestas.

Pero mi experiencia es diferente, la ascensión ya la conocía por el año anterior, y no es que no sufriera subiendo, porque sude bien la camiseta, sino que, lo más duro se me hizo los 4.5 km que tiene de bajada hasta llegar a meta, por una pista ancha, empinada, y llena de piedrecitas y regueros de agua, que en cualquier momento te tuerces el pie, y ADIÓS a la temporada por algún esguince, además de por la velocidad por la que se baja llegarías todo pelado de codos y rodillas; me preguntareis, ¿pues baja más tranquilo? claro, pero ahi viene el porqué sufrí más bajando que subiendo. Me encontré nada más empezar a descender, en la 6º posicion y muy cerca de mi llevaba dos rivales, que además eran también veteranos A, pues me toco apretar más de la cuenta para mantener esa posición y no me pasaran; fácil no lo pusieron, Ole Ole por ellos también, fuimos bajando cada vez más el ritmo, que en la velocidad que llevábamos cualquier tropezón nos quedábamos igual de pelaos que Peter Sagan en el paso por Murcia de la Vuelta a España, llegando a marcar más de 190 pulsaciones cosa que subiendo no fueron tantas, finalmente llegamos los 3 atletas casi en el sprint, esta vez me toco a mi ser el 2º en la categoría, pero si hubiera sido 3º o fuera de pódium igualmente estaría contento, ya que, la bajada que nos marcamos se quedara en la memoria más que el simple trofeo conseguido.

 

Paco Soliveres